lunes, 30 de enero de 2017

El plagio Etxebarria-Pedroche

Una foto publicada por cristipedroche (@cristipedroche) el

No, Dora no va a hablar del vestido de Cristina Pedroche, ni sobre su portadora. No va a opinar sobre si Pronovias lo plagió, sobre si es bonito o feo, ni sobre si es o no machista. Dora no está aquí para hablar de sus pensamientos al respecto del asunto. Dora está aquí para hablar de un plagio periodístico que fue publicado en medios de comunicación que nunca rectificaron...



El 31 de diciembre de 2016 Cristina Pedroche presentó las uvas en Antena 3. Y, como venía siendo costumbre desde hacía un par de años, lo hizo vistiendo un atuendo que levantó polémica, con apoyos y detractores, y un montón de argumentos y opiniones al respecto sobre un tema en el que Dora, aquí, no va a entrar. El caso es que el evento dio lugar a un plagio (y no, no me refiero al del diseño), en el que un par de medios de comunicación bastante influyentes todavía no han publicado fe de errores alguna al respecto.

En la mañana del 1 de enero de 2017, la bloguera Carlota Miranda publicó un artículo titulado La España de Jesús Gil y La Pedroche en el que opinaba sobre el tema del vestido. Lo hizo, obviamente, en su blog, No te lo tomes como algo personal, que cuenta con un nada desdeñable número de lectores. El texto ganó cierta viralidad y comenzó a ser difundido por las redes sociales y por sistemas de mensajería como Whatssapp. Esa misma noche, la escritora Lucía Etxebarría publicó una entrada de Facebook opinando sobre el mismo asunto, y... opinando exactamente lo mismo que Carlota. Y no, Dora no se refiere a que hubieran expresado pensamientos similares y estado de acuerdo en su visión de la historia. Dora se refiere a que el texto publicado por Lucía Etxebarría como suyo, era el que había escrito primero Carlota.



Y el texto, que ya había logrado cierta difusión desde que su autora original lo había publicado, comenzó a volverse viral. Tanto fue así, que algunos medios de comunicación se hicieron eco que lo publicaron o citaron las opinones vertidas en el mismo, indicando a Lucía y su página de Facebook como fuente original. Es el caso del ABC y de El Periódico.

Pero mientras tanto, la difusión continuaba en las redes sociales. Lucía Etxebarría ya había enfrentado otras acusaciones de plagio y sido protagonista de varias polémicas en el pasado. Y esta vez, como era de esperar, los usuarios (incluyendo a la propia Carlota Miranda, bajo el pseudónimo Charlotte Arkana) saltaron, alertando del suceso y dejándole comentarios a la escritora en su publicación de Facebook:


La escritora no sólo no respondía a esos comentarios ni, pese a que Facebook permite editar las entradas, citaba en ninguna parte la verdadera autoría del texto, sino que daba a entender que este era suyo propio con afirmaciones como, por ejemplo, "lo he escrito como lo sentía", a la hora de responder a comentarios de lectores que, ajenos al plagio, se centraban en opinar sobre el contenido del texto:


Una respuesta que era enseguida rebatida pero, eso sí, sin recibir tampoco contestación alguna:
 
Y sí, tal y como acaba Dora os ha dicho, Facebook permite editar las publicaciones a posteriori... Pero en el historial de edición, se conservan las versiones anteriores a cada modificación. Y Lucía, ante semejante polémica editó el texto. Su versión, la que actualmente puede encontrarse en su Facebook, era más extensa y con modificaciones... Pero algunas partes seguían siendo íntegros copypastes del original:




Nunca hubo una rectificación oficial por parte de la escritora, que bien podría haber utilizado la herramienda de editar para citar a la autora. Tampoco una disculpa pública. Eso sí, como si la difusión que ella pudiera ofrecer fuera compensación suficiente, recomendó públicamente el blog de Carlota:





Pero donde sí se "disculpó" (más bien, informó de lo sucedido, puesto que nunca llegó a haber una disculpa o rectificación) fue por privado con la autora que, sin embargo, decidió hacer público el contenido del mensaje de Etxebarría.

Quizá sea subjetivo lo que se considera "modificar de arriba abajo", puesto que en las anteriores capturas del historial de ediciones, o sencillamente leyendo ambos textos, el de Carlota y la versión extendida por Lucía, se puede ver que nunca llegó a ser completamente diferente y seguía manteniendo partes iguales. En cualquier caso, aunque fuese de manera privada, Lucía sí que admitió haber utilizado ese texto.

Sin embargo, quienes no admitieron nunca nada al respecto, ni rectificaron o citaron jamás a Carlota Miranda, fueron El Periódico y ABC. En las publicaciones de estos dos medios, Lucía Etxebarría sigue apareciendo como autora del texto publicado y las opiniones citadas. No ha habido edición alguna para aclarar el asunto, disculparse, o hacer mención de la verdadera autora.

Dora aquí lo deja... Y aquí queda.


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